Abel Castellanos, 16 años, murió al recibir un disparo en el pecho cuando salía del conjunto residencial donde vivía junto a su familia en el estado de Georgia, en los Estados Unidos (EE. UU.)
El hecho ocurrió el pasado martes, 19 de julio, afuera del complejo de apartamentos The Residences on McGinnis Ferry en Suwanee. El jovencito recibió un disparo en el pecho en circunstancias que aún no han sido esclarecidas por las autoridades.
En una entrevista dada a Univisión, Odlanir Castellanos, tío de la víctima, exigió justicia. «Él salió a la parte de afuera del complejo donde vive. Aparentemente se fue a ver a unos de sus conocidos y aparentemente le dispararon en el pecho», dijo sobre lo ocurrido.
Relató que Abel era un niño tranquilo y extremadamente cariñoso. «Él era un niño. Le arrancaron la vida y una parte de la nuestra. Él era súper especial, él era un niño demasiado bueno. Tenía su rebeldía, como cualquier otro joven de su edad, pero era extremadamente cariñoso. Yo hablaba mucho con él, era como un mejor amigo», dijo.
Abel y su familia son refugiados venezolanos, provenientes del estado Portuguesa, en Venezuela. Llegaron a EE. UU. Hace seis años con la posibilidad de encontrar mejores condiciones de vida y huyendo de la violencia del país.